sábado, 16 de mayo de 2020

H Sur 1249



Gobierno deroga normas contrarias
a la libertad de expresión
El gobierno de la presidenta Janine Áñez resolvió derogar disposiciones contrarias al derecho humano y fundamental a la libertad de expresión, incluidas en tres decretos promulgados durante la emergencia sanitaria a causa de la pandemia del coronavirus.
La ministra de Comunicación Social, María Isabel Fernández, anunció mediante su cuenta de Twitter que fueron derogadas, mediante el Decreto Supremo 4236 promulgado el jueves 14, la disposición adicional del Decreto Supremo 4231 del 7 de mayo; el parágrafo II del artículo 13 del decreto 4200 del 25 de marzo de 2020 y el parágrafo II del artículo 7 del decreto 4199 del 21 de marzo de 2020.
Las disposiciones derogadas imponían sanciones penales o cárcel a quienes desinformaran sobre la pandemia del coronavirus e indujeran a la “incertidumbre en la población”; los mencionados decretos permitían procesos inicialmente con acusaciones por delitos contra la salud pública y después por cualquier delito incluido en el Código Penal.
El pronunciamiento de los periodistas
Ante el propósito de imponer estas sanciones penales, la Asociación de Periodistas de La Paz (ANPB) y la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (APLP) emitieron un pronunciamiento en el cual denunciaban el intento de penalizar la libertad de expresión.“La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia y la Asociación de Periodistas de La Paz rechazan la Disposición Adicional Única del Decreto Supremo 4231 promulgado el 7 de mayo de 2020, debido a que establece una severa restricción, inconstitucional e inconvencional, al penalizar el derecho humano y fundamental a la libertad de expresión, y piden que sea eliminada”, expresaron los periodistas en ese comunicado dirigido a la opinión pública.
En el pronunciamiento en cuestión, los periodistas agremiados afirmaron que un decreto supremo, de menor rango jurídico, no podía situarse por encima de la Ley de Imprenta, de la Constitución Política del Estado y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José, normas de mayor jerarquía que garantizan el ejercicio ciudadano del derecho humano y fundamental a la libertad de expresión.
También argumentaron que los estándares interamericanos de defensa de los derechos humanos recomiendan que no se impongan sanciones penales sino civiles a los abusos o excesos del ejercicio de la libertad de expresión y que cualquier restricción a este derecho fundamental se efectivice mediante ley, que responda a los objetivos autorizados por el Pacto de San José y que las limitaciones sean necesarias y proporcionales en una sociedad democrática.
La vigencia de la Ley de ImprentaEl Gobierno, para justificar las restricciones impuestas al derecho humano y constitucional a la libertad de expresión, argumentó que los decretos no regulaban a los periodistas, quienes se rigen por la Ley de Imprenta del 19 de enero de 1925.
La APLP y la ANPB respondieron que la Ley de Imprenta no solamente es para periodistas sino para todas las personas que tienen el derecho a la libertad de expresión.“Tampoco es un argumento válido, como ha señalado el Gobierno, que los periodistas están al amparo, ante esta draconiana restricción a la libertad de expresión, de la Ley de Imprenta del 19 de enero de 1925, porque el artículo 1 de esta norma, con la gran claridad expositiva de sus creadores, señala que se trata no de una ley exclusiva para los periodistas, sino que ‘todo hombre tiene el derecho de publicar sus pensamientos por la prensa, sin previa censura, salvo las restricciones establecidas por la presente ley’. Es decir, la sabia Ley de Imprenta consagra el derecho de los bolivianos y bolivianas a ejercer el derecho a expresarse”, señala el mencionado pronunciamiento.
Organizaciones nacionales e internacionales también reclamaron por la pretensión de imponer severas restricciones a la libertad de expresión mediante disposiciones que finalmente fueron abrogadas.
El Gobierno dio un paso atrás. Ganan la democracia y la libertad de expresión, ante el inminente riesgo de que el barbijo que nos protege del coronavirus se convirtiera en una mordaza.

Petardazos Nostálgicos
Por Álvaro Riveros Tejada
En medio del sepulcral silencio que reinaba en esta capital la noche del pasado domingo 10 de mayo, en estricta observancia de su ciudadanía a la cuarentena dispuesta por las autoridades gubernamentales, en diferentes laderas de La Paz se escucharon el estallido de cuetillos, petardos, toque de cacerolas, y uno que otro disparo de arma de fuego, que se mimetizaba en esa batahola. 
Al decir de algunas fuentes, dicha actividad estuvo convocada por militantes del Movimiento al Socialismo (MAS), a través de las redes sociales, con la consigna “Elecciones ya”, y con el beneplácito y aquiescencia del prófugo Jefazo. De ser cierta dicha afirmación, ella nos ratifica la vocación insensible de esa tienda política, ante la pandemia que asola al país y al mundo.
Confirmando esta aserción, el pasado 30 de abril, la presidenta del Senado Eva Copa, encabezando la decisión de la mayoría parlamentaria del MAS, promulgó la Ley 1297, que en su artículo 2 establece: “en el ejercicio de sus atribuciones, el Tribunal Supremo Electoral fijará la nueva fecha para la jornada de votación de las elecciones generales 2020, que deberá efectuarse en un plazo máximo de noventa (90) días computables a partir del 3 de mayo”, o sea, el domingo 2 de agosto de 2020, consagrado al “día del Indio” por el MNR.
Ante semejante actitud cínica, el gobierno pareciera mostrarse inerme, o lo que es peor, muy complaciente, pues nos expone a que dichos chantajes creen habito y permitan a estos facinerosos tomar cuenta de nuestra existencia, con mayor furia que el Covid19 y, sin darnos cuenta, pasemos de los inocentes cuetillos y cacerolazos a los consabidos bombazos que acostumbran sembrar, para poner de rodillas al pueblo y a sus autoridades, como ocurrió en Colombia o México.
Resulta pues hasta absurdo, que luego de estar guardando una cuarentena por más de dos meses, aceptemos siquiera la peregrina idea de convocar a elecciones, cuando el techo de la casa se está desmoronando. Estamos ante la disyuntiva de elegir entre un virus letal y un equipo de corruptos que durante 14 años nos expoliaron y ahora pretenden volver, más no devolver. No es posible que, después de haber matado al tigre, nos aterroricemos del cuero.
Es preciso que la presidenta Añez se deje de miramientos con esa mala oposición que pretende socavar, a toda costa, los cimientos de su gobierno, sin respetar siquiera las medidas de cuarentena impuestas para preservar la salud y seguridad de todos los bolivianos, tal es el caso reciente del botadero de Kara Kara, en Cochabamba, donde se evidencia, palmariamente, la complicidad de los secuaces del líder cocalero, con la consiguiente organización y financiamiento de los hechos.
Entretanto, volviendo a la citada interrupción del sueño de los paceños con cuetillos y cacerolazos, bien vale la pena suponer que dichas manifestaciones se debieron sólo a tres celebraciones: el día del periodista; el homenaje al Colegio Alemán en su fecha de creación; y/o finalmente, el natalicio del General Banzer y su divisa de orden, paz y trabajo.  De todos modos, sólo pudieron tratarse de petardazos nostálgicos.

Salud y pandemia

Por Marcelo Ostria Trigo

Ante la agudización de la pandemia, la prensa y las emisoras de radio y televisión publican con prioridad noticias sobre los estragos que viene causando la propagación del coronavirus, pues  se sabe que en el mundo hubo, hasta el 9 de mayo pasado, 278.445 casos de fallecidos y los contagiados ascendieron a 4,07 millones de personas.
Por ello, resulta comprensible que también resurjan las informaciones sobre el abandono, durante catorce años, del sector de la salud de Bolivia. No hubo silencios culpables; un sacerdote insistió infructuosamente en que se eleve al 10 % del Presupuesto General la asignación al sector. La iniciativa fue rechazada airadamente. Inclusive ahora, los congresistas del MAS, siguen bloqueando la iniciativa de incremento del presupuesto de salud, plasmada en un proyecto de ley propuesto por el Gobierno de la Presidente Jeanine Añez.
Ni siquiera lo que llevó al expresidente a tratarse de una dolencia en Cuba, fue suficiente para que éste reaccione en favor de la salud pública en Bolivia que mostraba graves carencias. También habrá que destacar que esas carencias dieron lugar a que los médicos protesten, no solamente por sus salarios, sino también por la situación desastrosa de hospitales y centros de salud del Estado. El conflicto duró meses mientras la responsable del sector, solo actuaba con cálculo político y no profesionalmente.
Con la pandemia ya desatada en el país, todo el peso de la labor de protección está en el gobierno actual que lucha contra este mal. Sin embargo, se hace campaña política contra ese empeño. Y no es solo que esa campaña busca adherentes, sino que la usa para desatar violencia y amedrentar y, al final, pretender ser una opción electoral, pese a que no hay modo de ocultar la corrupción, la mala fe, ni la indolencia del pasado.
En una destacada opinión, que si bien es para otro país, se aplica a nuestra realidad: “La pandemia actúa como una gran auditoría. Lo oculto es aquello que se esconde, lo que se ignora. Cuando el velo se descorre y entran los actores, ese fenómeno explota, adquiere valor, sentido, contexto, se transforma en ocultamiento o ignorancia, se materializa en acciones o intenciones, en creencias o certezas”. (Julio Luis Sanguinetti, ex presidente del Uruguay). Esto de ignorar –o esconder– realidades, como el abandono de la salud, sucede en Bolivia, y con mayor descaro.
Ya no se trata de seguir con el lamento sobre la leche derramada. Los esfuerzos ahora son extraordinarios ante una pandemia terrible que ha puesto a prueba a los investigadores del mundo que buscan una solución, es decir un tratamiento eficaz y una vacuna efectiva. Mientras tanto, acatar las medidas de protección es indispensable.

OMS observa la automedicación
en el tratamiento con Ivermectina
La Organización Mundial de la Salud (OMS) observó el uso de la Ivermectina en el tratamiento del coronavirus porque no hay ninguna certeza de que este medicamento sirva  contra el virus, además que se desconoce los efectos colaterales.
La Organización Mundial de la Salud OMS publicó en su sitio oficial que no hay ningún tratamiento aprobado. “Hasta la fecha, no hay ninguna vacuna ni antiviral específico contra la  Covid‑19. Se están investigando posibles vacunas y distintos tratamientos farmacológicos específicos.
Hay ensayos clínicos en curso para ponerlos a prueba. La OMS está coordinando los esfuerzos dirigidos a desarrollar vacunas y medicamentos para prevenir y tratar el COVID‑19”, informa la OMS.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) al respecto, informó: “Si bien existen usos aprobados para la Ivermectina en personas y animales, no está aprobada para la prevención o el tratamiento de Covid-19. No debe tomar ningún medicamento para tratar o prevenir Covid-19 a menos que se lo haya recetado un médico y lo haya adquirido de una fuente legítima”.
El director del Servicio Departamental de Salud de La Paz (Sedes), René Sahonero , recordó que ya se habló antes de otro medicamento contra el coronavirus, como fue la hidroxicloroquina, hace unos meses.
Este fármaco que se usa contra la malaria, tuvo buenos resultados en pacientes con Covid-19 en pruebas que se realizaron en Brasil, pero sus efectos secundarios mataron a 15 personas.
Dados los resultados y las opiniones de los médicos la automedicación es peligrosa  y los resultados pueden ir contra la salud.

Desde la tierra
Regalo perverso
Por Lupe Cajias 
En la fecha más emblemática de la centenaria lucha de los periodistas para defender el derecho constitucional a la libertad de pensamiento, la presidenta Jeanine Añez entrega un decreto de regalo. Un decreto que abre las compuertas feroces de la persecución contra cualquier persona que escriba, diga, dibuje, cuente, chismee cositas que el gobierno de transición considere “des- información”.
Añez y su equipo han iniciado en las últimas semanas un harakiri personal e institucional difícil de justificar. Algo que se agrava porque sus desaciertos no sólo los afectan en el aprecio ciudadano, sino que fomentan protestas con consecuencias inesperadas.
El gobierno de transición es legal como lo han confirmado diferentes interpretaciones constitucionales de alto nivel. Sin embargo, no tiene la legitimidad de su antecesor pues no llegó al poder por el apoyo popular sino por la sucesión prevista en la normativa. Fue una “lotería” y en los primeros días, los más difíciles, las actitudes, las palabras y sobre todo las decisiones de Añez lograron el respaldo de una buena mayoría boliviana.
También la forma en la cual encaró la pandemia y la crisis sanitaria inédita en Bolivia fue bien recibida por tres cuartas partes de los habitantes, como muestran encuestas y comentarios. Parecía que las medidas asumidas eran las correctas y tenían el objetivo de contener daños mayores.
Sin embargo, decisiones como la relacionada con los transgénicos sin consultas previas; el uso de aviones estatales para fines particulares; las fiestas privadas entre los privilegiados y el decreto mordaza muestran el lado perverso del régimen actual.
Me limitaré a comentar la orden de penalizar los (supuestos) excesos de periodistas, internautas, pintores, escritores, poetas, artistas, caricaturistas. En primer lugar, porque hay un desconocimiento de las convenciones internacionales sobre derechos humanos ratificadas por Bolivia; de las constituciones desde 1826 a 2009; de la Ley de Imprenta; de la Declaración de Chapultepec; de los códigos de ética de la prensa boliviana; del trabajo del Consejo de Ética nacional; y de la larguísima resistencia de los periodistas a los abusos del poder.
Las propias normas apoyadas por las organizaciones de prensa prevén los límites a la libertad de prensa; alientan la responsabilidad; protegen el respeto al honor de las personas. Los periodistas lograron incluir en la CPE la auto regulación. Como pocos otros gremios, los periodistas insisten en la autocrítica y conocen sus debilidades. En decenas de seminarios o libros aparecen estas autocríticas. Cada medio de comunicación y cada reportero sabe que su futuro está cimentado principalmente en el grado de confianza que logra en la opinión pública.
También los directivos de las asociaciones de periodistas repiten decenas de veces que hay libertinaje, banalidad, falta de rigor en las fuentes y otras sombras en el quehacer diario. Así como también la prensa boliviana es portaestandarte en las luchas contra los excesos de los políticos, en los conflictos sociales o en crisis como la actual pandemia.
Ningún caso justifica la censura, las amenazas, la penalización. Ningún presunto delito de prensa tiene pena corporal. Mejor el desborde que la mordaza.
Me falta espacio para protestar por las amenazas contra los artistas, contra las expresiones culturales. Tendré otro momento para expresarme sobre ello. Por ahora, recordar que, quienes persiguen la libertad de pensamiento y de opinión, nunca ganan.

La actitud del ejercito y
la credibilidad del disuasor
Por Victor Manuel Jemio Oropeza*
Cuando la ausencia de cumplimiento de las normas legales y sociales de un sector de la ciudadanía amenaza la seguridad interna de un país, requiere que el liderazgo político decida utilizar la llamada “ultima ratio regis” que es el uso de su intrumento militar, y para ello requiere determinar con precisión y valentía la oportunidad y la intensidad de empleo de la violencia legal de un Estado. Eso en buenas cuentas significa determinar cuando donde y como se utilizarán los medios y las armas con que cuenta esta institución obediente y disciplinada, y sobre todo ¿cual es el objeto de su empleo?. En base a esta inicial concepción de su utilización, la planificación sectorial militar determina los objetivos militares que deben ser logrados con la aplicación de la fuerza que dispone y que se demanda y ordena sea empleada, es decir cual es el fin que se quiere alcanzar y al cual se dirije la acción de su personal, por tanto debe asumir una actitud que no es otra cosa que una disposición de ánimo que se manifiesta por una postura; que es desde física; hasta actitudinal y procedimental. ¿Deben acudir con herramientas y mangueras como fue el caso en la lucha contra el fuego en la chiquitanía o en las inundaciones ¿o con armas y llevar munición letal? en caso de turbas violentas descontroladas, ¿deben dirigirse y actuar con firmeza y hasta con violencia para disuadir? ( causar temor) o deben ir con flores y súplicas a los infractores para que les hagan el favor de cumplir lo que manda la ley y la autoridad encargada de la seguridad interna.
Todo lo anterior está registrado en normas y principios doctrinarios que orientan la acción de los encargados de hacer cumplir la ley , pero ¡oh sorpresa¡ La “Ley que coadyuva a regular la emergencia por el Covid-19” (Ley 595/2019-2020), aprobada por los tercios del llamado rodillo del MAS en Asamblea Legislativa, establece limitaciónes a la acción de los efectivos de las Fuerzas Armadas y de la Policía en contra de los ciudadanos que infrinjan el aislamiento social y enviaría a policías y militares a la justicia ordinaria, si impidieran romper la cuarentena. ¿ Que burla es esta? ¿Se desea hacer un remedo de cómo se emplea la fuerza? Los límites necesarios a la aplicación de la violencia está dada por las condiciones de ejecución de las órdenes y de las reglas de empeñamiento, pero de ninguna manera se debe pedir a los soldados y policías que pongan sus mejillas y sus vidas para ser abofeteadas y quitadas con la violencia ¨legitima” del “pueblo”. ¿Se desconoce la precedencia del derecho específico y los tribunales militares, y se los quiere enviar a la judicatura ordinaria? ¡Por favor¡ basta de burlas y payasadas, si se desea de veras que se cumpla la norma y la ley, se debe recuperar la credibilidad del disuasor, el que delinque y viola la ley, debe estar convencido y alertado que el soldado aplicará la fuerza necesaria, que merece respeto y obediencia a su uniforme y labor que cumple, ya que es un hijo un hermano un padre, que durante un año debe defender a su país de las amenazas que enfrenta, tanto externas como internas y debe estar a cubierto de daños que le puedan ocasionar los que no desean cumplir la ley y las disposiciones de su gobierno, convencido además que su accionar, es justo, legal y legítmo.

* El autor es general de la república en retiro

Decisión y coraje para
hacer frente al drama
La cuarentena en que estamos debido al coronavirus y que no tiene visos de terminar, da lugar a que de tanto en tanto se fijen nuevos plazos que, en todo caso, chocan contra las expectativas de la población que ya querría ver concluido el drama que tiene una duración casi desesperante. Si bien hay núcleos poblacionales revestidos de la paciencia necesaria, hay otros, la mayoría, que no aceptan someterse a la disciplina exigida e infringen las disposiciones que permitan, como única solución, dar batalla al problema. En nuestro país, si bien con la menor cantidad de casos y muertes, la mayoría ha demostrado contar con  el bagaje preciso para someterse a las pruebas que exige la situación; pero, hay que convenir en que la mayoría no acepta sometimiento alguno y, al contrario, parecería que busca asumir posiciones contradictorias a las disposiciones, hecho que logra el apoyo de quienes creen que hay engaños y que es tiempo de levantar las restricciones.
Parecería, por los casos presentados especialmente en provincias, que muchos casos son impulsados por la ignorancia y por presión de las políticas de izquierda que han lanzado consignas para contrarrestar todo lo que dispongan las autoridades. Para la mayoría de la población, es un hecho que el MAS, partido que estuvo en el gobierno durante casi catorce años, busca por todos los medios que todas  las políticas gubernamentales fracasen y lo hace especialmente porque el gobierno logró captar confianza de la mayoría del pueblo  para sobrellevar las angustias provocadas por el coronavirus.
Muchas veces se ha sostenido la urgencia de actuar conforme a las propias conveniencias pero ajustados a la disciplina evitando la propaganda negativa de masistas que persistirán en sus actitudes que han resultados contrarias al régimen inclusive bajo la consigna de que es preciso  fijar fecha para las elecciones dejando de lado las disposiciones que den lugar a combatir al drama vivido por casi todo el mundo. Hay conciencia en buena parte de la colectividad de que es preciso acatar la cuarentena si se quiere tener éxito y es apelando a esas conciencias que se requiere no solamente combatir al mal sino enfrentar seriamente a la oposición irracional de quienes han demostrado estar en contra de lo que hará bien al pueblo y que redundará en conseguir éxitos para los programas de erradicación de enfermedades.
 Hay conciencia en la población para enfrentar decidida y decisivamente al coronavirus  aún a costa de muchos sacrificios; por todo ello, solamente se puede pedir que quienes complotan contra las medidas adoptadas no hacen otra cosa que cooperar con el mal causante de muchas muertes. Ante una situación tan difícil sólo queda pedir que la política irracional e inhumana cese en sus hostilidades y evite la publicidad perniciosa que desorienta e indisciplina a mucha gente, especialmente en las áreas rurales.



Libertad de expresión
Por Urbano Calle
El periodista Junior Arias denunció este martes que el gobierno retiró la publicidad de su canal de TV, Gigavisión, y denunció que ello se debió a la seguidilla de información crítica que difundió en las últimas semanas.
La ministra de Comunicación, Isabel Fernández, confirmó la información y dijo
que esa decisión fue tomada debido al bajo nivel de rating de esa red televisiva.
Arias, que dirige el programa Detrás de la Verdad de Gigavisión, ha transmitido en las últimas semanas una seguidilla de informaciones contrarias al gobierno, como las denuncias de corrupción en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la polémica contratación del ex hotel Radisson por parte de la Alcaldía de La Paz y los vuelos de particulares en aviones de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).
“Creíamos que el autoritarismo, el abuso, el atropello había sido extirpada de las esferas del gobierno y ahora se sabe que estaos exactamente en lo mismo”, dijo Arias entrevistado por John Arandia, del programa AM que se emite por radio Fides y Fides TV.
“Parece que empezó la molestia con la denuncia del viaje de la diputada Ginna Torres, que viajó junto a su hijo en un avión de la FAB”, dijo Arias. Ese fue uno de los tres viajes que pueden ser considerados como uso indebido de bienes del Estado.
El lunes pasado, denunció Arias, en un correo enviado a las 19:19, un funcionario del Ministerio de Comunicación le informó que se suspendían las cuatro campañas que tenía el canal Gigavisión.
Expresó además que la ministra llamó a Entel e YPFB para que esas empresas también retiraran la publicidad.
“Estamos en la misma situación que durante Evo Morales, cuando algunos medios eran castigados con la publicidad”, sentenció el periodista. “Si la ministra Fernández quiere mi cabeza y si con eso puedo ayudar al canal, bueno le ofrezco renunciar, que ella me diga”, expresó.
Durante el gobierno anterior diversos periodistas y medios de comunicación se quejaron de que se usaba la pauta publicitaria estatal para presionar a los medios críticos o premiar a los más cercanos. En ese sentido, Gigavisión fue uno de los medios favorecidos con importantes contratos publicitarios.
Ministra Fernández
Respecto de la denuncia de Arias, la ministra Fernández explicó que “cada semana se cambia de campaña. En televisión y radio cambiamos permanentemente las campañas porque las actualizamos con distintos mensajes que queremos difundir”.
Agregó que “en ese sentido se le han cortado cuatro pautas, dice (Arias), pero no tengo la información de cuántas tenía. Sí hemos cortado y porque, además, aunque la gente no lo crea, yo me estoy manejando por criterios de rating”.
La Ministra explicó que Gigavisión “no sale siquiera en el porcentaje más bajo de la gráfica” de los estudios de llegada de medios.
“Aun así le poníamos publicidad porque tiene una influencia local. Yo tomo mis decisiones en base al rating y a la capacidad de influencia local de un medio. Ahora hemos visto que Gigavisión no cumple esos dos requisitos”, expresó.
Fernández rechazó también que ella hubiera llamado a empresas estatales, como YPFB y Entel, para pedir que también retiren la publicidad de esa red.
La Ministra admitió que la decisión de retirar la publicidad “inevitablemente puede causar susceptibilidad, de verdad que yo lo lamento. Es una coyuntura muy complicada que estamos atravesando todos, pero reitero, la decisión no tiene nada que ver con la actividad que tiene Arias como periodista y ese es el mismo criterio que se aplica para todos los medios de comunicación”.
La autoridad negó que el gobierno actual actúe de la misma manera que el anterior y dijo que no le interesa presionar a los medios. “Ahora se da publicidad a más medios que en el pasado, pero de una manera más racional”, dijo. “Y existe una amplia libertad de expresión y de prensa”, agregó.



Paciencia y disciplina
en lucha que es de todos
Lic. Armando Mariaca V.
El mundo vive una de las experiencias más amargas de su existencia de los últimos dos siglos. Cuando se rememoran hechos que han condolido a toda la humanidad ,como es el caso de pandemias menores a la actual y con las guerras últimas que han cobrado millones de vida y han dejado destrucción por todo lado; pero, en todo caso, el mal de coronavirus que ha cobrado muchas vidas en tan solamente cinco meses tiene la característica de haber abarcado casi la mayoría de los países en los cinco continentes y, lo más grave es que ha dado lugar a que parte de las víctimas no puedan siquiera restañar las heridas y dolor dejados por quienes han muerto y que, en buena parte, han sido enterrados en fosas comunes o han sido cremados porque no había abasto en los comentarios que se han visto colmados.
Vivimos un tiempo en que la población de todo el mundo requiere de mucha disciplina y paciencia para soportar los males que conlleva la enfermedad. Lo más importante es que no se ha perdido la fe y la esperanza de que pueda encontrarse una vacuna que evite nuevas víctimas aunque todo da a comprender que el remedio final aún tardará mucho. Quienes sufren el contagio podrían tener confianza en que los tratamientos a que son sometidos en el momento pueda sanar; pero, si se encuentra una vacuna, ésta no servirá sino a quienes están sanos y los otros, los ya afectados por el mal deberán quedar con la certeza de poder sanar puesto que la vacuna no tendrá efecto alguno en los que se encuentran enfermos y será eficaz para que los sanos no contraigan la enfermedad.
En el momento, es preciso un remedio general que podría hacer bien a los no afectados: mantener la serenidad, ser disciplinados y aceptar y cumplir las regulaciones y cuidados que requiere el organismo para no contagiarse del mal; en otras palabras, quienes no son disciplinados y hacen caso omiso de las prohibiciones son los más señalados para contraer el virus e integrar el cuadro de los condenados a muerte o, solamente tener esperanza en un tratamiento. Hoy, es preciso que todos seamos disciplinados y acatemos las instrucciones preventivas y no permitir que los prejuicios lo conduzcan por caminos de la fatalidad de contraer el mal. La cobardía, los complejos y las falsas certezas de tener fortaleza no cuentan porque el mal es más fuerte y sólo espera un simple descuido para apoderarse nuestro cuerpo.
No caben, pues, los pusilánimes y cobardes con apariencias de valentía que rechazan lo que ha sido concebido para su bien y que todos, disciplinadamente debemos cumplir.

Tratando de entender algo
Por Patricio Valdez

Estuve viendo en YouTube reportes de investigadores alternativos que me merecen plena confianza y que desbancan la narrativa oficial que el coronavirus es una pandemia. Uno de ellos es “The Last American Vagabond”, que contiene cantidades de información distinta de la que uno está expuesto por los medios públicos. He resumido parte de esta información que indica lo complejo del problema sanitario.

Projectveritas.com/brave dice que uno puede resultar positivo en el test de coronavirus pero no significa que uno esté en peligro. Además se afirma que la prensa ha sacado este problema de toda proporción

2º Doce expertos cuestionan el pánico del coronavirus. Entre ellos el Dr. Wolfgang Wodarg arguye que la gente está entendiendo mal el problema a causa de la propaganda oficial. Hipotéticamente, en el medio sanitario normal, de miles que mueren por gripe, neumonía, influenza, etc., aparece un virus un poco más agresivo que aumenta un poco la tasa de mortandad. Algunas personas comienzan a notar este leve cambio, descubren que es un coronavirus, observan más detenidamente y se comienza a chequear por coronavirus a los pacientes hospitalarios, encontrando que efectivamente lo tienen. De allí a declarar pandemias y pánicos, como ocurrió en China, Italia y otros países, hay un paso. Se ha creado una falsa ilusión.

3º Jim Corbett de Corbettreport se refería al Swiss Propaganda Research, que sostiene que en Italia solo el 12% de las muertes atribuidas al covid-19 tienen como causa real el covid-19. El 88% restante puede haber sido artificialmente inflada. Esto debe a la forma como se registran las muertes en los hospitales italianos, según el Prof. Walter Ricciardi del ISS. Así, los certificados de defunción muestran como causa directa el covid-19 cuando la realidad es que la víctima padecía de 3 o 4 enfermedades distintas y pudo haber muerto de cualquiera de esas. 1% presentó una enfermedad, 21,3%, dos, 25,9. Tres y 50,7% cuatro o más enfermedades.

4º El modelo de Ferguson predecía que 2,2 millones de muertes en EE.UU. y medio millón en el RU. Poco después Ferguson se desdijo pero la cifra quedó en la memoria colectiva.

5º Jon Rappoport escribía en su blog que el covid-19 no es una sola enfermedad. Sin embargo, éste es presentado como una sola y, por consiguiente, como una causa. El covid-19 se junta a neumonía, gripe, problemas cardiacos y renales y otras condiciones preexistentes y el paciente pudo haber muerto de cualquiera de ellas pero la causa de muerte se la achacan al covid-19. Adicionalmente a los pacientes se los trata con poderosas drogas antivirales que pueden ser peores que la enfermedad. Incluso los ventiladores mecánicos pueden suministrar demasiado oxígeno y presión que haga que los pulmones colapsen.

6º Julian Rose escribe en el Global Research que la pandemia ha sido fabricada, ya que a la gente se la testea por cualquier cepa de coronavirus, pudiendo ser gripes normales, pero no específicamente por covid-19, por lo que la cantidad de gente supuestamente con covid-19 es gigantesca. Por ello mucha gente diagnosticada con coronavirus solo tiene síntomas de gripe. Así, cualquier acción o reacción sanitaria de covid-19 está basado en datos falsos. Un test específico de covid-19 requiere un laboratorio purificado y aislado de cualquier partícula de coronavirus y si contaminantes virales. Adicionalmente, el test analiza, no el genoma completo, sino secuencias parciales. La noción que el test puede aislar el covid-19 es una tontera. Incluso no se puede saber cuánto virus tiene una persona. La fe de la gente en la ciencia es apabullante, cuando la verdad es que los científicos solo están adivinando.

7º Tyler Dunden escribe en ZeroHedge que según Bloomberg los hospitales en EE.UU. están echando a los médicos y enfermeras que hablan con la prensa para preservar su (majestuosa) imagen. Desde luego, su soberbia les impide sacar las patas del barro, pues son DOCTORES aunque el mundo acabe en catástrofe. Aún no aparece el niño que grite; “¡El rey anda desnudo, mamá!”

Así, la pandemia es una pura ilusión o fantasía alimentada por la prensa (que hace caso omiso a estos estudios) y gobiernos mediocres que quiere imponer sus mezquinas agendas a sus ciudadanos. Evidentemente, si esta verdad fuera difundida se produciría la ira ciudadana contra estos gobiernos que los ha estado engañando, los ha atemorizado y les ha quitado sus derechos básicos.