domingo, 26 de abril de 2020

Hoja del Sur 1246

Bill Gates
En 2015, el cofundador de Microsoft, Bill Gates, subió a un escenario en la ciudad de Vancouver, Canadá, empujando en una carretilla un gran barril negro con los sellos del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
El barril, explicó, era lo que muchas familias guardaban en el sótano de sus casas cuando él era niño y estaba lleno de comida enlatada, agua y otros artículos necesarios para sobrevivir la gran amenaza de la época: una guerra nuclear.
Pero, en esta ocasión, Gates no venía a hablar de un Apocalipsis atómico, sino de lo que él vaticinaba sería el próximo gran riesgo de una catástrofe global: una pandemia causada por un virus altamente infeccioso que se propagaría rápidamente por todo el mundo y contra el cual no estaríamos listos para luchar.
Esa es precisamente la situación en la que nos encontramos ahora: una amenaza “no de misiles, sino de microbios”, como expresó.
Bill Gates dio su charla TED en el contexto de la epidemia de ébola que, entre 2014 y 2016, cobró unas 10.000 vidas y afectó principalmente a tres países en África Occidental antes de extenderse limitadamente a otros países, incluyendo Estados Unidos, Italia y España.
La presencia del nuevo coronavirus ya ha sido confirmada en 15 países de América Latina: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, Honduras, México, Panamá, Perú, República Dominicana Paraguay y Venezuela. El primer caso "latinoamericano" de covid-19 se registró en Brasil el 26 febrero, seguido de México dos días después.
A pesar de que el virus ya llegó a la mayoría de los países de la región, el número de casos hasta la fecha es relativamente bajo comparado con continentes como Asia y Europa e incluso Estados Unidos.
Una de las cosas que más alarma crea es que, a diferencia del SARS o el ébola, el virus originado en Wuhan puede transmitirse de persona a persona, antes de que estas manifiesten síntomas. 
Por esta razón, tomar medidas de prevención es más vital que nunca. Una de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud es lavarse las manos. El coronavirus SARS-CoV-2 se propaga a un ritmo vertiginoso por el mundo, incluyendo América Latina.
Todos los países de la región ya han reportado casos de covid-19, la neumonía causada por el nuevo coronavirus que la Organización Mundial de la Salud describe como pandemia.
Y la mayoría ya también reporta ejemplos de transmisión local, lo que explica por qué en algunos el número de infectados con el coronavirus se duplica cada dos días.
Otro estudio publicado en la revista médica británica Lancet sobre los datos de 99 pacientes infectados con el virus reveló que la edad media era de 55,5 años y que había infectados tres veces más hombres que mujeres.
Parte de la conclusión de los doctores es que "es más probable que [el coronavirus] afecte a los hombres mayores que ya tenían alguna otra enfermedad
"Las personas mayores y aquellas con afecciones médicas preexistentes (como presión arterial alta, problemas cardíacos o diabetes) parecen ser más vulnerables", dice la OMS.
La tasa de mortalidad general, de acuerdo con el estudio más completo sobre el brote realizado por el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCDC), es de un 2,3%, siendo las personas mayores de 80 años las que corren más riesgo, con un índice de mortandad del 14,8%.
La investigación del CCDC asegura que alrededor del 80,9% de las infecciones del nuevo coronavirus se clasifican como leves, el 13,8% como graves y solo el 4,7% como críticas, lo que incluye insuficiencia respiratoria y multiorgánica, y shock séptico.

Los medios impresos
Por Urbano Calle
Los medios de comunicación impresos de Bolivia corren un alto peligro de colapso económico por la crisis sanitaria mundial provocada por la pandemia del coronavirus que impide que continúen con su labor cotidiana y generen ingresos. Actualmente la totalidad de los medios impresos llegan en versión digital por las redes internet.
La totalidad de los medios impresos, entre ellos Hoja de Sur, no reciben avisaje que les permite editaren físico sus publicaciones, fuente importante para su sostenimiento tanto de las empresas como de nuestros lectores con los avisos de empresas y los llamados clasificados, de oferta y compra venta, de bienes y servicios.
Sin duda el avisaje es la principal fuente de ingresos de los medios impresos ya que, en caso de los periódicos , de formato tabloide y estándar llegan a su público con un precio que deben compartirlo con los conocidos canillitas y kioscos de venta.
Por estas características uno de los sectores más perjudicados son los impresos, que por las medidas de cuarentena total se ven imposibilitados de cumplir con sus tareas cotidianas de llegar en forma directa al público destinatario , mediante sus entregas impresas.
Marco Antonio Dipp, presidente de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), mediante su cuenta de Twitter expresó que los ingresos económicos de los medios de comunicación escritos dependen en un 95% de la venta de las ediciones impresas, de las cuales proviene el sustento de aproximadamente 1.000 trabajadores en todo el país, sin mencionar a los canillitas encargados de la venta al detalle que según datos propios alcanzan a un número de 500 a lo largo del territorio patrio. Todo el personal, de los principales periódicos a nivel nacional, fue replegado para velar por su seguridad y en estricto cumplimiento de las disposiciones del Gobierno central.
“A pesar esta situación y los riesgos actuales, seguimos trabajando minuto a minuto para llevar a todos los bolivianos, mediante ediciones y plataformas digitales, la información más confiable; arma indispensable en la batalla contra el coronavirus” señalaba Dipp, resaltando la labor de los medios impresos que continúan informando a la población mediante el uso de otros espacios tecnológicos muy distintos a su tradicional presentación al público.
La semana pasada la Asociación Nacional de Prensa (ANP) manifestó en un comunicado esta difícil situación, que atraviesan los medios impresos, en carta dirigida a la Presidente Janine Áñez a la que, hasta la fecha, aún no ha dado respuesta.

80 intelectuales, escritores y artistas piden a la
presidente Áñez atención urgente a los diarios


El Gobierno boliviano no ha dado respuesta a la carta que la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) le envió el 6 de abril. Los medios impresos de Bolivia, con graves dificultades económicas al no percibir recursos por la emergencia sanitaria que vive el país, están al borde del colapso, por lo que han pedido auxilio a la presidenta del país, Jeanine Áñez. No obstante, hasta ahora no han obtenido respuesta del Gobierno. A esa solicitud se han sumado 80 intelectuales, escritores y artistas, que piden al Ejecutivo nacional, urgente “atención a los diarios”

Ref.: Situación de la prensa escrita del país
De nuestra mayor consideración:
A tiempo de saludar a su autoridad y desearle el mejor de los criterios para gestionar la crisis sanitaria que vive el país, así como para afrontar las dificultades económicas y sociales emergentes de ésta, nos dirigimos a usted con el fin de expresarle nuestra profunda preocupación sobre un aspecto que, a pesar de ser muy importante para la sociedad boliviana, podría equivocadamente no parecer urgente.
Nos referimos a la difícil situación económica que atraviesan los periódicos del país, la cual ha sido comunicada por éstos en días pasados, mediante una carta hecha pública por la Asociación Nacional de la Prensa (ANP).
Esta situación se origina en la no circulación de sus ediciones impresas y la consiguiente caída de sus ingresos publicitarios y por venta de ejemplares, versus la necesidad de seguir cumpliendo con sus habituales obligaciones laborales y solventar gastos operativos cotidianos; puesto que continúan realizando su labor informativa digital, no sólo de manera normal sino incluso extraordinaria, al existir en estas circunstancias una mayor necesidad social de información actual, objetiva, cualificada y verificada.
Como usted bien conoce, señora Presidenta, la existencia y funcionamiento de la prensa es vital para las sociedades democráticas, tanto mejor si existe una amplia cantidad de medios públicos y privados de comunicación que representen una pluralidad de puntos de vista, lo que no ha sucedido siempre en nuestro país.
En este contexto, como intelectuales, escritores y artistas, nos permitimos llamar su atención sobre la urgencia de que el Estado pueda apuntalar a la prensa escrita boliviana, que por su naturaleza y características cumple una labor informativa de amplio calado y, además, destina importantes espacios a la difusión del pensamiento crítico y la producción cultural, que no es de exclusivo interés de un sector sino de todos los ciudadanos.
El soporte extraordinario que mencionamos podría concretarse a través de un fondo estatal de fomento distribuido de manera ecuánime, o bien mediante otras iniciativas que su gobierno tenga a bien concebir y desarrollar; velando de esta manera no sólo por las empresas periodísticas y sus trabajadores, al ser este uno de los sectores empresariales más golpeados por la presente crisis, sino ante todo por la buena salud democrática del país.
A la espera de sus determinaciones y agradeciéndole por su atención a estas consideraciones, nos despedimos saludándola atentamente,
Firmas de conocidos intelectuales de Bolivia

Tiempo libre no debe
ser perdido ni olvidado
Por Armando Mariaca V.
El tiempo que dura el coronavirus, incluyendo las semanas de encierro obligado debido a las pandemias declaradas, hay que considerarlo positivamente si de ello logramos conseguir frutos que pueden ser muy beneficiosos para todos y que, más temprano que tarde, pueden servir para no repetir yerros que no han faltado en estas épocas transcurridas en angustias y preocupación. Este tiempo debería servir a todos para corregir errores, modificar comportamientos y, de ser posible, enmendar lo mal hecho y perfeccionar lo bien realizado Sería interesante y constructivo que todos, sin distinción alguna, hagamos una especie de examen de conciencia, ver, como en pantalla de televisión, cuánto y cómo ha transcurrido nuestra vida y qué es lo positivo y lo negativo; examinar qué sería posible mejorar y qué oportuno sería corregir o modificar decretos y leyes que estarían obsoletas y que precisan actualización, especialmente en el campo de la naturaleza, la salud, la educación y todo lo que convenga a los derechos humanos.
De todo lo sufrido y experimentado por casi todo el mundo, habría que sacar conclusiones que sean positivas, que sirva para cambiar conductas y procedimientos que han hecho a muchos hombres egoístas, avarientos, creídos, petulantes, ambiciosos que han derivado en guerras y enfrentamientos causantes de guerras y práctica de hechos que han hecho del hombre el peor enemigo del hombre. Toda esa clase de seres humanos han degradado a la humanidad y han complotado contra Dios, contra la naturaleza y contra generaciones de seres humanos que actuaron como dictadores y tiranos que han avasallado a la humanidad con el objetivo de esclavizarla y hacerla dependiente de conductas de sátrapas que solamente tenían por objetivo supremo servirse y no servir al género humano. 
No sería justo que un mal como es el coronavirus se lleve los “méritos” su obra y es la humanidad de las actuales generaciones la que tiene que sacar conclusiones para contar con los precisos y positivos medios que permitan derrotar a todo lo que pretenda destruir la obra de Dios y el mayor bien que se posee con la vida. Cada quien, pues, en su entorno estaría encargado de ver qué cambios corresponden y cuánto bien se podría hacer con ellos; de otro modo, corremos el riesgo de seguir en la misma noria de idénticos yerros y sin cambios que permitan vivir en paz y concordia, en armonía y entendimiento entre naciones donde la paz sea cierta, constructiva y permanente.
Si se toma conciencia de lo padecido con el coronavirus, casi con seguridad que los cambios serán positivos y, nada raro, viviremos nuevas etapas de la vida porque, además, así lo exigen las nuevas generaciones que por siempre merecerán las bendiciones del Creador para no padecer lo que hasta ahora, con paciencia y estoicismo sufre la mayoría de los pueblos.

DESDE LA TIERRA
EL RETORNO DE LAS ABUELAS
POR LUPE CAJÍAS
La mayoría de los chefs que ganó alguna estrella Michelin cuenta en entrevistas que aprendió el gusto por cocinar en su casa; casi siempre, la nostalgia de las recetas preparadas por la abuela, los ingredientes, los olores, los colores, las formas y el largo ritual que se desarrollaba en un espacio cálido.
Territorio de las mujeres, de las generaciones de mujeres, porque ahí cabían todas, las más ancianas, la tía solterona, la vecina del conventillo, las hijas, la cocinera. Ahí se aprendía a hornear empanadas y también las historias de la familia, de la comunidad, de la humanidad. Corrían cuentos y cuentas sobre mitos y leyendas; muchos susurros que subían de tono cuando cada una quería aportar algo y se detenían cuando entraba una chiquilla sin edad de conocer las debilidades de los humanos.
Esos fogones, tan menospreciados por teorías modernas, por las propias mujeres que han repetido decenas de veces frases contra ese rol; esa “condena” de preparar sopas y de lavar la loza; de calentar el café y de salir corriendo a la oficina.
Sin embargo, la cocina es la columna del amor, como recordaba Sui Géneris, en aquellos gloriosos años 70 cuando no era políticamente incorrecto necesitar alguien que “sepa preparar el té, besarme después y echar a reír”. Cuando todavía las argentinas uslereaban ravioles y recogían albahaca en el huerto de la casa o en la maceta de la ventana. “Que cocine guisos de madre, postres de abuela y torres de caramelo”. 
Entre las buenas oportunidades que nos trae el virus originado en China, está la posibilidad de volver a vivir desde la cocina hacia dentro de la familia, como la mayor protección amorosa frente al mal, y hacia dentro de nuestra propia biografía infantil.
Decenas de reportajes reflejan cómo viven la pandemia las personas en Berlín o en Bérgamo, en La Paz o en Panamá, y generalmente hay como un retorno a lo más básico que es garantizar la comida. Ese objetivo como instinto de conservación, acompañado casi siempre de un esfuerzo colectivo, para retornar al rito de preparar con gusto lo mucho o lo poco que se consigue.
Comprar alimentos es el nuevo eje de las familias, sobre todo las de aquellas con hijos pequeños y mucho más en las casas donde aún vive la abuela. No sólo las amigas se pasan datos de a qué hora funcionará el mercadito municipal itinerante o quién ofrece un nuevo servicio a domicilio, sino que se ingresa a un sistema casi inevitable de turnos para preparar el almuerzo o la cena.
En tribus más extendidas, aún con ingredientes limitados, se comparte una sana competencia para cocinar un platillo sabroso. Sobre todo, porque cada uno siente que de pronto la vida cobra una gran importancia. Estar vivo; ojalá fuera del alcance del maligno coronavirus. Hay que compartir y, una vez más, el mejor lugar para conversar es alrededor de una mesa.
Aún aquellos con mucho teletrabajo y tareas e sus hijos escolares, aprenden a reordenar el tiempo dedicado al alimento, al pan y al vino. Aunque abunden recetas de comida saludable, métodos para no engordar en la cuarentena, ejercicios con instructoras chillonas, el mejor y más sano espacio para el disfrute es retornar al calor de la cocina. Ahí donde las sabias abuelas daban de comer y preservaban la cultura de cada pueblo.

Inteligencia frente a la violencia
Por Álvaro Riveros Tejada
En opinión de algunos compatriotas que percibieron como un acto de debilidad o cobardía la poca o ninguna reacción de la institución del orden, ante la insólita expulsión de 85 policías del Chapare, es bueno señalar que dicho ingreso, como todo operativo de inteligencia, ha tenido que ser meticulosamente planificado y organizado, dadas las muy previsibles circunstancias que caracterizarían dicha tarea que, como en Sankata, fue orquestada por enajenados que, enceguecidos por su odio político, no entenderían, o ignorarían adrede el verdadero cometido de estos agentes, que fue proteger las agencias bancarias de esa localidad durante el pago de los bonos emitidos por el gobierno, tal como mandan las regulaciones de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), y las normas que rigen en las Compañías Aseguradoras de no cubrir siniestros causados por actos de terrorismo; por eclosión popular; y menos, por la inexistencia de personal de seguridad en esas oficinas.
Como mencionamos líneas arriba, muchos compatriotas habrían visto con agrado la imposición del orden, como manda la Constitución, a través de una intervención militar empero, ésta habría causado más bajas que el Covid19 y habría justificado plenamente el objetivo perseguido por los narcotraficantes y facciosos que imperan en la zona e impulsan estos actos delincuenciales.
En entregas anteriores hemos afirmado que “tener carácter, no necesariamente es tener mal carácter”, una premisa que a menudo olvidan aquellos gobiernos que fungen de autócratas. Suponemos, por lo tanto, que las fuerzas policiales actuaron en consecuencia y, con su actitud, abrieron paso a las disposiciones legales de la ASFI, de suspender a todas las agencias bancarias de la región, hasta que éstas no brinden las suficientes muestras de seguridad para su normal desenvolvimiento.
Obviamente, es lamentable la suerte que vayan a correr aquellas personas que, por culpa de estos bandidos no hayan podido cobrar sus bonos asignados, sin embargo, así como la nación toda se halla sometida a una severa cuarentena, para evitar el letal contagio del Covid19, asimismo fuimos sojuzgados durante una catorcena de años que nos arrebató nuestros más preciados valores de patria y, no contentos con ello, trataron también de establecer enclaves en el corazón mismo de nuestro territorio, para luego entregarlos al crimen organizado.
De ahí que las medidas asumidas por la ASFI merecen nuestra satisfacción y total aprobación, ya que ellas significan, más que una afrenta al Chapare, un jaque mate al Chapo y a sus secuaces locales, que no reparan en beneficios sociales ni tampoco medidas que tengan que ver con el vivir normal de una nación. Para ellos, la norma rige desde el punto de vivir lujosamente o morir, eso sí, dentro de una disciplina verticalista mayor que cualquier dictadura, donde las determinaciones del capo o jefazo se cumplen sin discusión alguna, so pena de sufrir la condena metalúrgica de plomo por plata.
La filosofía del terrorismo nace de psicópatas, como los fanáticos de ISIS, que crearon a nombre del islam una secta que desprecia la vida y ama la muerte, porque fueron imbuidos de la idea que en el más allá los esperan fabulosas riquezas que no tuvieron en la tierra y hermosas ninfas dispuestas a satisfacer todos sus bajos instintos. Algo similar a lo que practican algunos ignaros en el parlamento, al aprobar una Ley que pretende amedrentar a los miembros de la policía y las fuerzas armadas en el ejercicio de sus funciones, privilegiando la violencia, antes que la Inteligencia.

Muerte del juicio del siglo
Por Harold Olmos
A media mañana del 4 de febrero de 2020 el juez penal Sixto Fernández acabó la lectura de la sentencia que tenia en las manos y dejó de existir el mayor juicio penal de la historia de Bolivia. Durante casi una década ese juicio, Al que llamé ¨juicio del siglo¨, en Bolivia por sus implicaciones, desde magnicidio hasta separatismo, 
También llegó a su final casi una década de zozobra para decenas de familias, principalmente cruceñas, a las que el proceso puso en un vilo desgraciado sin precedentes en a historia boliviana. Todas respiraron aliviadas de la conjura que había puesto un jaque al oriente boliviano cuando mejor se vislumbraba el brillo de un crecimiento que ha llevado a su economía a ocupar, en valor, el primer lugar del país.
Hace unos cinco años, poco antes de abandonar el país, rumbo al exilio, Marcelo Soza, dijo en una conversación que le era grabada: ¨Se cae el caso terrorismo y se cae el gobierno!¨.
¿Por qué habría de caer el gobierno que, hasta entonces, era el de mayor fuerza popular registrado en Bolivia junto al MNR?
Soza , como fiscal del caso, sabia de qué hablaba pues conocía como muy pocos los rincones más oscuros del trabajo que realizaba y ese conocimiento le permitía semejante aseveración.
Su vaticinio resultó impreciso. Primero cayó Morales y solo semanas después se derrumbó el caso terrorismo. Morales huyó a México, desde el Chapare, donde había ido a refugiarse el 10 de noviembre.
El expediente del caso terrorismo se cerró hace poco menos de una semana dejando muchos flancos oscuros y aún no esclarecidos.
Veamos algunos: Morales viajó a Irlanda, para entrevistarse con la familia de uno de los jóvenes masacrados en el Hotel Las Américas, pero nunca reveló sus conversaciones con detalle.
Lo cierto fue que no consiguió nada. Más bien dejó la pregunta sobre si se trató de un viaje investigativo o de una travesía de placer hacia un país que no conocía pero que, por el caso terrorismo, su nombre era repetido con frecuencia en Bolivia.
Entre muchas preguntas que aguardan respuesta:
¿Quiénes más participaron en la matanza? ¿Quiénes fueron los extranjeros y quién ordenó que vinieran? ¿Cuál fue la verdadera razón para el crimen? ¿Qué ganó Evo Morales con tan horrenda masacre? ¿Qué ganó su partido? ¿Qué cooperación internacional tuvo? ¿Hubo mercenarios de Venezuela o de algún otro país? ¿Quiénes articularon toda la conjura? ¿Por qué la insistencia en involucrar al general r) Gary Prado Salmón? ¿Venganza por la derrota de Ernesto Guevara en la guerrilla de 1967? ¿Ordenada por quién?
Las preguntas se multiplican como ¨ríos de pie¨ ahora más que nunca ante la posibilidad de encontrar respuestas quizá muy pronto.

Trabas a la función del Gobierno
Por Marcelo Ostria Trigo
Hace años, se criticaba a la Contraloría General de la Republica por su muy severa acción para impedir gastos no previstos en el presupuesto o de poca justificación. Se le puso el mote de “trancalogía”. Pero después, vino lo contrario. En los catorce años del régimen del Movimiento al Socialismo (MAS), este organismo ha perdido toda autoridad para controlar el gasto de empresas e entidades del Estado. De su titular durante ese período, aparentemente, no se supo nada; obviamente no estaba controlando el gasto o poniendo la ley ante ciertos abusos y delitos, como los que ocurrieron en el Fondo Campesino y otros.
En ese tiempo, tampoco la Asamblea Legislativa objetó ningún gasto ilegal, caprichoso o equivocado, que los hubo, y fueron muchos. Todo lo que hacia el poder ejecutivo, estaba bien, era correcto. No había protestas que prosperaran. Pero, ahora que el tiempo ha cambiado, la mayoría masista en el Parlamento –ahora opositora– ha descubierto que sí puede entorpecer las funciones del gobierno; más aún, en este tiempo de crisis de la pandemia del coronavirus que requiere oportunidad y agilidad, Son los mismos que, hace poco, se los llamaba “levanta manos”.
Ahora el jefe de esta facción política, renunciado y refugiado en el extranjero, con poca vergüenza y con evidente ignorancia, se dedica a despotricar por todo y por nada contra la acción del actual gobierno que debe enfrentar uno de los episodios más difíciles de nuestra historia: la pandemia del corona virus que ya ha cobrado la vida de decenas de muertos y centenas de contagiados en el país. Esto, por supuesto, es la continuación de su política de menosprecio a la salud. Y, lo insólito: El caudillo, desde su refugio, afirmaba que inaugurar canchas de fútbol es igual que entregar hospitales.
Lo evidente es que la actual oposición, antepone su porfía de retomar el poder a la lucha contra la pandemia del ventura virus. Ya tuvo, a regañadientes, que aceptar la postergación de elecciones. Pero no ceja en el empeño de desestabilizar al gobierno que se esfuerza en contener esa pandemia en nuestro país.
Este empeño, agresivo e ilegal, acaba de tomar la forma de rechazo de los cocaleros que respaldan al MAS a la presencia policial en el trópico cochabambino. Este tipo de actitudes, basadas en la pretensión de ejercer ilegalmente la soberanía en una región de la Nación, es un delito mayor. Más aún: es un intento de sobreponerse al Estado que, a través del Gobierno, tiene autoridad para establecer los mecanismos de seguridad pública, en este caso de destinar a la Policía Boliviana en el territorio nacional.
Esto, equivale, ciertamente, a un separatismo peculiar, por supuesto inadmisible. 

Siglo 21
El ahorro del virus 
Esto del virus tiene sus bemoles y no todos son golpes. Obliga al gobierno a crear bonos para que la gente no muera de hambre pero al mismo tiempo genera ahorros que cubren esos gastos.
DINERO PARA LOS BONOS 
Eso es lo que, en pocas palabras, dice el ministro de Economía, José Luis Parada, cuando explica que los bonos que el gobierno está distribuyendo, por un monto de Bs 3.500MM, son financiados por el ahorro generado por el descenso de las importaciones de combustibles y la eliminación del despilfarro. La cuarentena impide que circulen los motorizados y ha frenado las importaciones de combustibles.
AUTOS PARADOS 
El año pasado, la importación de gasolina y diesel costó US$ 1.555MM, lo que significa por mes la suma de US$ 129MM, que son Bs 907MM. (En el año 2000 esas importaciones habían sido de US$ 80MM, en 2006 de US$ 228MM y comenzaron a subir hasta los US$ 1.555MM del año pasado).
Parada dice que ahora tiene Bs 2.100MM provenientes de esos ahorros y el corte de gastos insulsos, como las partidas que cada ministerio tenía presupuestas por Arce Catacora para pagar pasajes y viáticos de personas que no trabajaban para el Estado.
NO HAY EMISIÓN INORGÁNICA 
El ministro garantiza que todo está bajo control y que no existe emisión inorgánica de dinero. En Argentina, en cambio, el gobierno peronista de Alberto Fernández está provocando un crecimiento de la inflación al emitir dinero sin control, a tal punto que el economista Javier Milei dice que si no imprimen más dinero es porque se les acabó la tinta y no tienen dólares para importarla.
CRÍTICA SUAVE 
Sobre lo que se está haciendo en el país, el economista Mauricio Ríos García dijo este fin de semana: "Finalmente la política económica en Bolivia frente a la crisis del Coronavirus es mucho más clara luego de un mes de planificación y anuncios a cuentagotas, y el veredicto es lamentablemente el esperado: se le está inyectando esteroides al modelo de estímulo de la demanda agregada interna que hace 14 años se impuso en el país, y que fue lo que en primer lugar llevó al país a la crisis actual."
"Desde luego que hay aspectos positivos entre todas las medidas de política económica, como el Bono Familia, que se trató de un programa temporal de alivio muy bien focalizado y oportuno. Sin embargo, quién sabe si por errores comunicacionales o en la estrategia del manejo de expectativas, da la impresión de que la economía del país es boyante y que el dinero alcanza para rescatar a todo el mundo con la misma política de transferencias directas de dinero en efectivo, y no es así."
POR SI ACASO… 
Mientras tanto, a pesar de la cuarentena, los ahorristas están tratando de poner sus ahorros en dólares porque temen que todo esto lleve a una devaluación de la moneda. El gobierno lo ha negado pero, como decía Perón: el dinero es más cobarde que un ratón: escapa ante cualquier movimiento.