domingo, 7 de junio de 2020

Hoja del Sur 1252



Hoja del Sur
La Paz 06 de junio de 2020

Defensores de las libertades,
fanáticos aliados del racismo
Por Armando Mariaca
Cuanto más avanza el tiempo, más se llega a conocer y menos comprender las conductas de los gobiernos y pueblo de los Estados Unidos que, de grandes defensores y propugnadores de las libertades, pasan a la condición de ser vulneradores de los derechos humanos y cometen faltas y delitos que son la vergüenza del país. Así, en días pasados un policía blanco, con colegas que vieron complacidos lo que hacía, asesinó al ciudadano de raza negra George Floyd, lo que ha dejado consternada a toda la humanidad.
El relato de lo ocurrido resulta dramático por la saña y maldad con que fue cometido el crimen que, evidentemente, no es el primero que comete un policía blanco en cualquier lugar de los Estados Unidos; un delito similar a otros que han segado la vida de ciudadanos afroamericanos o de otras razas que no sea la blanca y que nadie en la historia de ese país o de cualquier otro haya demostrado que posee diferente sangre, piel o huesos diferentes a los de los blancos que para los fanáticos y poseedores de todo tipo de complejos son los únicos que deben tener derecho de vivir en ese país, olvidando que la raza negra como cualquier otra han contribuido a la civilización y progreso del hombre blanco; que esas razas son co-responsables del desarrollo y progreso del país; que todos ellos han dado su sangre y vida para consolidar las libertades que hoy goza todo el país; que esas razas - especialmente la negra- ha intervenido en las guerras y conflictos en que se vio inmerso el país del norte con cualquier pretexto o motivo, que esos negros han demostrado –tal vez mejor que muchos blancos- tener amor, conciencia de país y sentimientos nobles y constructivos para su nación y que, innegablemente, parte de las ciencias, la educación, cultura y virtudes de los Estados Unidos es también patrimonio de afro-americanos, latinos y de otras razas que son autores de lo que es hoy ese país.
Algún ciudadano blanco estadounidense, podría demostrar el porqué de la superioridad racial que se adjudican, por ejemplo, los fanáticos e ignorantes miembros del criminal Ku-Klux-Klan que ha matado a miles de ciudadanos negros y ha destruido parte de la cultura y civilización negra en los Estados Unidos. ¿Algún blanco podría demostrar en qué y dónde está la superioridad blanca y por qué de su supremacía sobre otras razas? ¿Podría señalar qué leyes y Constituciones Políticas estadounidenses establecen los derechos blancos sobre negros y otras razas que pueblan ese gran país? 
Nadie puede negar la participación y accionar decisivos de Estados Unidos en la parte constructiva de todo lo que se hizo por las libertades, la democracia, la justicia y los avances educativos, económicos, científicos, tecnológicos, culturales y de toda naturaleza en la historia de la humanidad; pero, todo ello ¿da derecho a muchos blancos de su pueblo a disponer de la vida de ciudadanos de otras razas que tienen los mismos derechos que todos los blancos? ¿Quienes asesinan a seres de otras razas, por ignorancia o por tener instintos criminales, han pensado en los descréditos que logran para su país que ha conseguido grandes laureles con hombres de gran talento, sabiduría y virtudes de toda laya, que han colocado a la humanidad junto a su país en sitiales expectables que merecen el respeto general? ¿Olvidan que grandes luchadores por la vigencia de las leyes, por la primacía del amor y virtudes en la vida humana y los derechos humanos han sido negros que han sacrificado la vida por sus ideales? En fin, parece que la inquina de policías blancos, aliados del Ku_Klux-Klan tendrá primacía para asesinar y destruir el prestigio, desarrollo y progreso de su país.
Ante los hechos consumados, parecería que no hay otro camino para el mundo civilizado que pedir que la Justicia, muchas veces traicionada, se encargue de sentar precedentes para evitar que surjan nuevamente criminales que atentan contra la vida de los seres humanos, siempre dignos de vivir en goce de la libertad, un bien por el que han luchado muchas generaciones y que será, de todos modos, la divisa de comportamiento de todas las naciones haciendo abstracción de los que atentan y violan los derechos humanos, naciones que, en la memoria del señor George Floyd honran los derechos de toda la humanidad con el pedido de entender que el hombre por muchos crímenes que cometa sólo atenta contra su propia vida que debe ser sagrada para todas las generaciones por ser creación de Dios pero bajo principios de libertad, paz, armonía y concordia entre todos los hombres sin racismos ni diferencias.



Desde la tierra
Tragedias en años gemelos
Por Lupe Cajías
Inicia otro mes del 2020, que muchos quisieran “recetear”, para que comience de nuevo y despertar de una pesadilla que dura demasiadas noches, más que los cincuenta atardeceres de Pentecostés. No se vislumbra aún el lucero del alba, ni en esta patria, ni en la región, ni en el mundo.
Sin embargo, el sistema solar sigue con su rutina y los planetas son visibles, en ese “firmamento” que se mueve, pero a vez es lo único estable que en esta cuarentena acreditamos desde la Tierra.
La Humanidad ha pasado tantísimos glaciares, diluvios, éxodos, hambrunas y guerras que, aún en estos momentos oscuros, es seguro que el mundo seguirá girando.
Para no remontarnos a épocas bíblicas recordemos hechos en este espacio que llamamos Bolivia. Podemos imaginar las tragedias que vivían los patriotas, los agrarios y los citadinos en la decrépita Audiencia de Charcas en 1818, año gemelo, cuando además se acentuaron los juicios y condenas a los rebeldes. Aunque formalmente la lucha independentista había empezado el 25 de mayo de 1809, una década después seguían las batallas, el desangramiento y las hambrunas.
Algunos pasajes de las biografías de los guerrilleros retratan las jornadas trágicas de las sucesivas derrotas; de más de cien caudillos sólo sobrevivían nueve. Mientras otras naciones ya eran repúblicas, los futuros bolivianos tenían aún que combatir. Al final, la economía estaba colapsada, las minas inundadas, los campos vacíos y las instituciones quebradas.
En 1919, otro año gemelo, quedó quebrada la frágil estabilidad política. Después de 21 años de presidentes liberales y de sucesiones constitucionales, el 12 de julio de 1920, fue derrocado el presidente José Gutiérrez Guerra.
“El Diario” y otros periódicos de la época reflejan desde 1917 las crecientes tensiones políticas y sociales en Bolivia. A pesar del comercio exterior favorecido por las ventas de estaño y de goma y de un periodo de migración europea y de industrialización, el país entró a una nueva etapa inestable y sangrienta.
En 1919 el mundo estaba convulsionado. El final de la Primera Guerra Mundial arrojaba un saldo dramático de 17 millones de muertos, otros tantos millones de heridos, desplazados, huérfanos. Ese año gemelo definió un destino perverso para muchos territorios que padecen sus efectos hasta ahora: países árabes, particularmente Siria y Palestina; el norte africano, el sudeste asiático. Larga lista de conflictos internacionales.
Esos años son especialmente sangrientos en Irlanda, la isla que simboliza la lucha de muchos pueblos contra los imperios que los dominan. Hace poco se conmemoró la revuelta de 1917; entre el 19 y el 20 se sucedieron otros levantamientos igualmente sangrientos con miles de muertos y heridos, muchos de ellos niños y adolescentes.
Las decisiones de las grandes potencias hace 100 años sembraron las reacciones que provocaron a su vez los fascismos y totalitarismos y la nueva guerra mundial de 1939.
Además de las decenas de protestas sociales, sindicatos organizados, luchas agrarias, la humanidad se estremecía por sucesivas epidemias que mataban tanto como las balas. Cuando parecía que la ciencia había ganado a la mitología, gripes, cóleras, el sarampión, el polio, se llevaban decenas de vidas.
Y la Humanidad resistió. En medio de la podredumbre creció la más hermosa generación de poetas españoles, el cabaret berlinés, el ballet ruso y el teatro francés.

Rumores que pueden causar mucho daño
Por Luis Aguilar Peñarrieta
En comentarios, que donde siempre uno tiene la oportunidad de cambiar ideas, pude advertir que se hablaba con mucho énfasis sobre que el Fondo Monetario Internacional, tenía la idea de poner en conocimiento de los países especialmente, aquellos que tienen difícil situación respecto a como encaran el problema de la vejez, donde se puede extractar lo importante a futuro de velar y defender el Régimen a Largo Plazo, o sea el sistema de pensiones y reformular el mismos, que las pensiones son demasiado bajas en todos aquellos que aplicaron la Capitalización Individual es cierto ya que, una verdad es que la población vive más de lo esperado, o sea que la esperanza de vida, conocido el informe de países de la región es una verdad irreversible, o, por lo tanto a futuro podría deteriorar un sistema, que a la fecha ya está muy deteriorado. Analizando los comentarios todos podrían ponerse en situación muy desesperada y con signos de alarma, porque, algunos entendidos en la materia, se les ocurrió proponer un recorte a las prestaciones y un aumento de las cotizaciones, este punto hay que entenderlo como que se sugiere, como aplicar el genocidio para que el grupo de los de la tercera edad, y automáticamente vaya desapareciendo.
Cuando uno o escucha a personajes que manejan la economía mundial, los jubilados tienen que prepararse para pasar a mejor vida, encadenados en un sistema de exterminio, ya que el rebajar las paupérrimas rentas, (caso Bolivia) vemos que están propendiendo a lo indicado; en varios artículos anteriores, puse de manifiesto: primero, en nuestro país, en forma urgente se debe realizar un estudio profundo, sobre una nueva ley de pensiones, en vista de que las Leyes Nos 1732 y 065, son copias de las Leyes de un país vecino, que no escatimaron en destrozar uno de los principios básicos, del contenido de el Código de la Seguridad Social en Bolivia, aplicada desde 1.954, que muestra como deben participar varios factores para mantener un sistema que duró 50 años, promulgada por el entonces Movimiento Nacionalista Revolucionario; lo irónico del problema es que el mismo partido político en 1997, destroza en forma total un sistema de cobertura de una de las prestaciones más importantes, como es el Régimen de Largo Plazo, dando origen a la Capitalización Individual, con errores jamás concebidos en un proceso de protección al trabajador que pasa a la jubilación, los errores se manifiestan desde la edad para ingresar a percibir rentas, utilizando los propios recursos de los aportantes, donde la persona que deseaban el derecho, no podían obtener el mismo, porque el monto acumulado no alcanzaba para el 70% del promedio salarial.
Hago mención al Código de Seguridad Social, porque en lo correspondiente al régimen motivo de la presente, se consideraba el aporte tripartito, para obtener el beneficio, el mismo que requería un mínimo de 15 años, para obtener el 70%, más el 2% anual superior al mínimo, lo que significaba que con 15 años, más de aportes podría llegar al 100% del promedio salarial, con 55 años de edad para varones y con 50 para mujeres, indudablemente, la edad fue en esa época producto de la esperanza de vida, que era muy corta, pues ese capítulo fue observado, según pasaba el tiempo y se reformuló aumentando la edad, tanto en varones como en mujeres, sobre esta base debíamos proceder a un cálculo, con técnicos nacionales, llámense auditores, matemáticos actuarios, abogados, etc, para la reformulación del sistema de pensiones, sin embargo, en la primera etapa, fueron técnicos colombianos y luego de otros países, menos los profesionales nacionales, prefirieron extranjeros para dar un golpe muy fuerte a la protección, de las personas en la ancianidad

Flexibilizando la inflexibilidad
Por Álvaro Riveros Tejada
Como si fuera poca la amenaza letal de esta peste china que nos aflige, ahora se ha sumado a este sufrimiento una fiera y pertinaz campaña política interna dirigida a convocarnos, a toda costa, a nuevas elecciones presidenciales, con la certeza de no cambiar nada y, por el contrario, retornar probablemente a la satrapía destronada en noviembre del pasado año.
En un principio, esta cruzada que tuvo como piloto al huido cocalero, inquietó a la opinión política nacional con su inminente retorno, exigiendo la celebración inmediata de elecciones empero, tal propósito mudó abruptamente, hasta el extremo de diluirse, y convertirse en un sorprendente cambio de coca por Copa, o Evo por Eva. Muy lejos quedan los elegidos a priori, Arce o Choquehuanca.
Escudriñando en los motivos a los que podría deberse este sorpresivo cambio, nos permitimos señalar algunas razones que pudieron causarlo. Entre ellas está el cambio de comportamiento del gobierno argentino frente a su incómodo huésped, por el anuncio del fiscal departamental de La Paz, Marco Antonio Cossío, formulado este pasado viernes, indicando que cerrará la etapa preliminar de la investigación a Evo Morales y lo imputará por los delitos de sedición y terrorismo.
Asimismo, el fiscal Cossío señaló que su Despacho ya tenía avanzado un 80 % en el caso audio-terrorismo, que trata de la comunicación telefónica sostenida desde México, entre Evo Morales y el dirigente cocalero Faustino Yucra durante los conflictos sociales registrados a raíz del fraude electoral, donde Morales le instruye a Yucra cercar las ciudades y dejarlas sin alimentos. 
Igualmente, el fiscal señaló que, antes de la cuarentena, estuvieron a punto de dictar una resolución conclusiva de la etapa preliminar, con respecto al señor Evo Morales empero, no pudieron hacerlo por la suspensión de plazos. Aseguró que esta semana, al retornar al trabajo, dictarían dicha resolución, pues ya cuentan con los elementos suficientes para emitir una resolución de imputación formal. Dicha acción comportaría el famoso “sello rojo” de Interpol, de cumplimiento obligatorio por los países suscribientes, y Argentina, obviamente, es uno de ellos.
Para los supersticiosos -y Evo Morales es uno de ellos- un mes con domingo siete, como junio, es “kencha” o de mal agüero. Por si fuera poco, ya no cuenta con sus brujos o amautas que, en lugar de leer la coca, se han dado a la tarea de procesarla y comercializarla, de ahí que habría decidido deponer todas sus amenazas y actitudes belicosas y abrirse a flexibilizar la fecha de las elecciones generales ante la pandemia. De esta forma manifestó muy generosamente: “Si es necesario flexibilizar la fecha de elecciones para proteger la salud y garantizar el voto del pueblo, coadyuvaremos como partido”.
Como lo que no ocurre en Bolivia es raro, existen varios partidos que quieren que las elecciones se hagan de inmediato, bajo el ridículo pretexto de que un gobierno legítimo podrá enfrentar al virus con mayor eficacia que uno no legítimo. ¿Será que el Covid19 pueda distinguir, entre un gobierno legítimo y otro que no lo es? De probarse esta teoría estaríamos ante la posibilidad de flexibilizar lo inflexible.



Recuerdos del pasado
Por Urbano Calle
La nota enviada por mi prima hermana Inés Garcia Russ me trajo a la memoria ese día histórico del primer gran paso del hombre en la luna. Personalmente fui uno de los testigos presenciales de ese lanzamiento como enviado especial de El Diario a ese acontecimiento, desde su lanzamiento en Cabo Cañaveral, el alunizaje en la base central de Houston y finalmente la llegada de los héroes de ese Histórico viaje en las Bahamas.
Me agrada compartir con mis lectores la nota enviada por Inés sobre el reinicio de la exploración del espacio exterior:
Hoy fue un día muy histórico para los Estados Unidos, mientras todos vimos el Shuttle despegar nuevamente después de 10 años. Esto me recordó otro día histórico en el que Neil Armstrong fue el primer hombre en dar el primer paso en la luna en 1969. Ambos días fueron bastante notables.
Mientras estamos en este tema de acontecimientos históricos, me gustaría compartir esta increíble historia sobre Neil Armstrong visitando mi país de La Paz, Bolivia en 1969, poco después de que regresó del espacio.
Toda la razón por la que quería visitar Bolivia fue porque vio el Salar de Uyuni (Lago Salado) y el Valle de la Luna (Valle de la Luna) desde el espacio y tenía mucha curiosidad por verlo en persona. Incluso hay rumores de que el Valle de la Luna se llamó así después de que Armstrong visitó y mencionó que el paisaje se parecía al de la Luna.
A continuación hay una buena parte de la historia que me complace compartir con todos ustedes.
Salar de Uyuni
Ubicado en el suroeste de Bolivia, a menudo se lo llama el "Espejo del cielo". Es tan ilimitado y de un blanco brillante que se dice que Neil Armstrong lo confundió con un enorme glaciar visto desde el espacio.
Salpicadas de islas volcánicas y hogar de curiosa vida silvestre, las enormes salinas cuentan con paisajes de otro mundo y una experiencia fascinante. Cada año, multitudes de turistas vienen a pasear por el mar de la tranquilidad.
Salar de Uyuni es apodado el "Espejo del cielo".
Un área total de 10.582 kilómetros cuadrados lo convierte en el salar más grande del mundo. Al pararse en medio del mar blanco interminable, sentirá el contraste extremo entre su increíble inmensidad y su pequeñez.
Durante ciertas estaciones, la delgada capa de agua transforma los pisos en un deslumbrante reflejo del cielo. Además de eso, también contiene 50-70 por ciento de las reservas de litio conocidas del mundo.
Con una superficie de 10.582 kilómetros cuadrados, Salar de Uyuni es considerado el salar más grande del mundo.
Si desean ir allí alguna vez, pueden reservar tours en línea o venir a Uyuni primero y luego reservar excursiones de un día en las oficinas de turismo locales. La temporada de lluvias, de diciembre a marzo, es cuando los turistas acuden en masa para ver el lago mágico en forma de espejo. Sin embargo, tenga en cuenta la lluvia excesiva en diciembre y enero, ya que puede causar cancelaciones de la gira.
También es un lugar increíble para tomar fotos.
También, prepárese para el mal de altura, ya que está situado a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar. Si planea quedarse por un tiempo, se necesita mucha ropa abrigada y un saco de dormir, ya que las temperaturas caen en picada por la noche.
El Valle de la Luna
Situada a 10 kilómetros del centro de La Paz, es un área única que presenta paisajes lunares y extrañas formaciones geológicas.
El Valle de la Luna (Moon Valley), en realidad no es un valle, sino un laberinto de cañones y agujas gigantes. Las formaciones, compuestas principalmente de arcilla y arenisca, fueron creadas por la persistente erosión de las montañas por los fuertes vientos y lluvias del área. Lo que queda es un entorno sereno, lleno de asombro e intriga. Una de las características más impresionantes del Valle de la Luna es su variada paleta, que va desde tonos beige claros hasta secciones de rojo y púrpura oscuro. Este fenómeno natural se debe a la gran variación en el contenido mineral entre cada montaña individual, creando composiciones coloridas e impresionantes ilusiones ópticas en las laderas erosionadas.
Aunque la tierra en sí es bastante árida, varias especies de cactus crecen entre las estalagmitas, incluida la alucinógena Choma o cactus San Pedro. Los visitantes también pueden ver la extraña lagartija o vizcacha; un animal que parece un cruce entre un zorro y un conejo. Según los guías locales, Valley de Luna recibió su nombre después de que Neil Armstrong aparentemente visitó el sitio y comentó cómo el paisaje se parecía al de la luna. ¡Todavía no se sabe si esto es realidad o ficción!
Caminando “en la luna”
Hay dos senderos circulares para elegir en el Valle de la Luna, que abarcan diferentes puntos de vista. Devil's Point (el punto de vista más espectacular) se encuentra hacia el final de la pista más larga, que demora alrededor de 45 minutos en completarse. La otra pista es mucho más corta, tarda solo 15 minutos en completarse. Se proporcionan senderos claramente marcados para los exploradores, sin embargo, los caminos pueden ser estrechos y difíciles de navegar, por lo que se recomiendan zapatos cómodos con buen agarre.

La vieja anormalidad
Por Juan Carlos Salazar del Barrio
La normalidad es un concepto relativo. La Academia de la Lengua la define como la “cualidad o condición de normal”, de lo “habitual u ordinario”, pero, como dijo Morticia, la heroína de la Familia Addams, muy citada estos días, “la normalidad es una ilusión”, porque “lo que es normal para la araña, es un caos para la mosca”. Dicho de otro modo, si preferimos la opinión de un académico, la del director de la Fundación del Español Urgente (Fundéu), Javier Lascuráin, “lo que antes era anómalo, hoy es normal”. O viceversa.
Pasado el primer susto de la pandemia del coronavirus, más no el control del contagio, y ante el pavor que provoca la inminente crisis económica, los gobiernos de todo el mundo han empezado la “desescalada” de los estados de alarma, traducidos en diversos grados de cuarentena, para acceder a lo que se ha dado en llamar la “nueva normalidad”, una expresión de moda que vendría a significar -para citar nuevamente a Lascuráin- “una normalidad diferente a la que conocíamos” o “una situación en la que lo habitual u ordinario no será lo mismo que en la situación previa”.
La pandemia ha puesto al mundo de cabeza y no son pocos los autores que hablan de una nueva era, de un antes y un después, que dará paso no sólo a nuevos hábitos de conducta, sino a cambios radicales en las agendas y paradigmas que han guiado nuestros pasos desde el siglo pasado. 
Así lo pronostican grandes pensadores, como el israelí Yuval Noah Harari y el surcoreano Byung-Chul Han. Otros, más amigos de la filosofía popular, recuerdan una vieja canción de Silvio Rodríguez, cuya letra refleja, a su juicio, esa idea/esperanza que ronda por el mundo: “La era está pariendo un corazón,/ no puede más, se muere de dolor/ y hay que acudir corriendo/ pues se cae el porvenir”.
Pero, como ocurre con la misma pandemia, los síntomas de esa “nueva normalidad” que asoma en el horizonte, como sacada con fórceps, no presagian los cambios anhelados, sino el retorno a la “vieja anormalidad” que nos ha conducido a vivir la tragedia que estamos viviendo. Parecería, como dijo Gramsci, que “lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no termina de morir”.
Recordé la frase a propósito de esas dos poderosas imágenes que nos han llegado estos días a través de los medios de comunicación: el lanzamiento de la primera misión tripulada privada desde Cabo Cañaveral a la Estación Espacial Internacional, como punto de partida de una nueva era espacial, y el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Minneapolis, con su secuela de violencia, que demuestra que el racismo es una de las pandemias que la modernidad y el progreso no han logrado erradicar.
Fue el propio Donald Trump quien nos mostró las dos caras de la misma medalla, de lo nuevo que esperamos y lo viejo que arrastramos. “Puede que aquí haya una oportunidad para América de hacer quizás una pausa, y mirar arriba y ver un brillante, resplandeciente momento de esperanza sobre cómo se ve el futuro, y que Estados Unidos puede hacer cosas extraordinarias incluso en tiempos difíciles”, dijo durante el lanzamiento del SpaceX. 
Poco después escuchamos al mismo Trump calificar de “terroristas”, “anarquistas profesionales”, “hordas violentas” y “escoria” a los manifestantes que exigen justicia, ignorando que las manifestaciones son la consecuencia y no el origen del problema; el síntoma, no el virus. Y le escuchamos llamarse a sí mismo “el presidente de la ley y el orden”, en un discurso más propio de un dictador del siglo pasado que de un estadista de una gran potencia. 
Si el racismo fue la chispa, el autoritarismo amenaza con incendiar la pradera. Para volver a la cita de Gramsci, en los “clarosocuros” de lo viejo que no termina de morir y lo nuevo que no acaba de nacer, “surgen los monstruos”, como demuestran las viejas “anormalidades” de la historia.
No es el único ejemplo. Un repaso de las noticias de las últimas semanas muestra un cierto empeño en proclamar que aquí no pasó nada. Y no es necesario salir del ámbito local para detectar las viejas lacras. El drama del coronavirus no parece haber disuadido a nadie a cambiar los hábitos y costumbres que tanto daño han hecho a la sociedad. Y no me refiero a la corrupción o la obscena lucha por el poder por encima de la aflicción general, más persistentes que el mismísimo Covid-19, sino a conductas que vulneran principios elementales, como el de la solidaridad, anulado por el egoísmo del sálvese quien pueda.
Para muchos, la “nueva normalidad” no es una oportunidad para el cambio, sino para la restauración del estado de cosas previo a la pandemia. Según la escritora australiana M. L. Stedman (La luz entre los océanos), “olvidar es la única forma de volver a la normalidad”. Entonces, si es así, el mejor antídoto contra la “anormalidad” del pasado es la memoria, recordar los errores que malograron el presente para no comprometer el futuro. 
Juan Carlos Salazar del Barrio es periodista.